Todo lo que nos pasa tiene un por qué y un para qué. En el cielo, el movimiento planetario está en permanente sintonía con nuestro mundo, irrigando su energía hacia nosotros y determinando así nuestros pensamientos, personalidad, comportamientos, actitudes, decisiones y, por ende, nuestras vivencias.

La palabra astrología proviene del griego ἀστρολογία, que significa estudio o ciencia de los astros. Esta apareció por primera vez en el Egipto helenístico y, a hoy, ha permeado innumerables culturas, aspiraciones espirituales y necesidades de guía en nuestro paso por esta existencia.

Agustín, obispo de Hipona (365-430), condenó a la astrología sin dar ninguna razón científica, basado en que esta “absolvía a los pecadores y le atribuía las culpas al Creador y Gobernante del cielo y las estrellas». Pero esta resurgió en el siglo XII y sus estudios han permitido guiar hasta la actualidad procesos trascendentales como la política, la economía, el comportamiento de la naturaleza y de los seres humanos, entre otros acontecimientos.

Las analogías, simbologías, similitudes y correspondencias son los instrumentos a través de los cuales la astrología se reviste para garantizar un mejor entendimiento.

¿Y para qué sirve la astrología?

La búsqueda de información basada en el movimiento de los astros es una excelente guía espiritual, porque le permite al consultante comprender el libreto de su vida, conocer cuáles son sus potenciales en las diferentes áreas en las que actúa, aceptar sus debilidades y enfocarse más en aquellos asuntos que lo exaltan como ser.

Además, al comprender los diversos caminos que se le pueden presentar, las personas pueden planificar mejor su futuro, basadas en los ciclos de su existencia, y enrutarse decididamente a emprender y a enfrentar aquellos asuntos que, por la incertidumbre, le causan temor. No menos importante, este entendimiento del mundo astrológico le permite a quienes consultan comprender al otro, respetar su proceso terrenal y apoyar su caminar.

Así que, lejos de ser una ciencia que provoca caos, temor, culpabilidad por estar asociada al ocultismo y prácticas espirituales bajas, o por su mala fama por cuenta de algunos charlatanes que no han sabido usarla para el bien de la humanidad, sus cualidades informativas, predictivas y orientadoras la catapultan como uno de los enfoques espirituales más exactos y efectivos para guiar la vida de quienes valoran sus bondades.

Un comentario en «La astrología: una guía espiritual para encontrar caminos»

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